Un encuentro en un bar derivó en una inesperada cadena de eventos. La expareja del denunciante, molesta por una salida con amigos, se llevó el vehículo sin permiso y luego lo abandonó en plena ciudad.
Una noche que parecía ser una tranquila salida entre amigos en el bar “Patagonia” de Resistencia se tornó en un incidente que involucró reproches, un auto robado y una intervención policial. Todo comenzó cuando un joven de 30 años, identificado como J.A., fue confrontado por su expareja, S.N., quien irrumpió en el local para reclamarle haber salido sin su consentimiento.
El altercado público no terminó allí. Al regresar a su domicilio en calle Entre Ríos, el joven notó la ausencia de su automóvil, un Volkswagen Voyage color gris, que estaba estacionado frente a su casa. La llave del vehículo, que había quedado en su mesa del comedor, estaba intacta, por lo que sospechó de la mujer, con quien ya había tenido un tenso encuentro. Inmediatamente, radicó la denuncia en la comisaría 10ª Metropolitana.
Horas después, S.N. se presentó voluntariamente en la dependencia policial, admitiendo que había tomado la llave y el auto, y proporcionó su ubicación: la intersección de avenida Rivadavia y calle Posadas. Allí, con la colaboración de un móvil policial, el vehículo fue recuperado y entregado a su propietario tras corroborar su identidad.
La mujer fue demorada mientras la Fiscalía de Investigación Penal en turno evalúa las acciones legales correspondientes. Este episodio insólito sirve como recordatorio de que los conflictos personales pueden escalar de maneras inesperadas, involucrando recursos judiciales y policiales.