Este electrodoméstico permite mantener cada rincón de la casa en buen clima y no es necesario mantenerlo encendido durante todo el día para mayor ahorro
Varios países de América Latina se enfrentan a aumentos de temperatura que ocasionan golpes de calor perjudiciales para la salud; por esta razón, el aire acondicionado se ha vuelto útil en este tipo de casos para prevenir problemas mayores sin incrementar el consumo energético mensual.
En temporada de verano, los golpes de calor pueden surgir por una exposición prolongada a altas temperaturas que representan un riesgo alto para niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, pero el modo dry del aire acondicionado puede ayudar a mantener equilibrado el clima dentro del hogar.
Al usar esta opción se reduce la humedad del ambiente sin enfriar en exceso, lo que no solo contribuye al confort térmico, sino que también reduce el consumo energético, sobre todo en lugares con altos niveles de humedad.
Qué ventajas ofrece el modo “dry” durante el verano
El modo “dry” opera de manera diferente al modo de refrigeración tradicional. En lugar de enfriar el aire de forma agresiva, este ajuste se centra en eliminar el exceso de humedad en el espacio, manteniendo una temperatura agradable sin la necesidad de un enfriamiento constante.
Esta función consume menos energía que el modo convencional, porque el compresor no trabaja de forma continua. Esto se traduce en un ahorro económico y un menor impacto ambiental, un aspecto relevante en un momento en que el consumo energético es una preocupación global.
Cómo ahorrar energía al usar el aire acondicionado para reducir el consumo
El uso eficiente del aire acondicionado requiere de ciertas prácticas que pueden reducir considerablemente el consumo energético. Una de las claves es establecer la temperatura entre 24 y 26 grados Celsius, un rango que equilibra el confort y el ahorro; también, usar ventiladores para una mayor eficiencia.
Además, es importante realizar un mantenimiento periódico del aparato, como limpiar los filtros y verificar el estado del gas refrigerante. Esto garantiza que el sistema opere de manera óptima y evita un consumo innecesario de energía.
Qué deben hacer aquellos que no cuentan con aire acondicionado
Para aquellos que no disponen de aire acondicionado, existen medidas alternativas para prevenir golpes de calor. Entre ellas, el uso de ventiladores combinados con recipientes de agua o hielo puede ayudar a enfriar el ambiente de manera temporal. Mantener las cortinas cerradas durante las horas de mayor radiación solar también es una práctica efectiva.
Asimismo, en materia de cuidado personal, es crucial mantenerse hidratado y evitar actividades físicas intensas durante las horas más calurosas del día. En caso de estar en un lugar exteriror, buscar refugio en lugares con aire acondicionado, como centros comerciales o bibliotecas, puede ser una solución temporal.
Por qué reducir la humedad es crucial
El golpe de calor no solo está relacionado con las altas temperaturas, sino también con la humedad. Cuando el nivel de humedad es elevado, el cuerpo humano tiene más dificultades para enfriarse mediante el sudor, porque este no se evapora con facilidad, e incrementa el riesgo de sobrecalentamiento.
En este contexto, la función “dry” del aire acondicionado puede ser una aliada crucial. Al reducir la humedad relativa del aire, se facilita la regulación térmica del cuerpo, disminuyendo el riesgo de golpes de calor. Esto es especialmente importante en regiones tropicales o subtropicales, donde los niveles de humedad pueden superar el 70%.
Cuál es el impacto ambiental del aire acondicionado
Aunque el aire acondicionado es esencial para proteger la salud en climas extremos, su uso tiene implicaciones ambientales. Los sistemas de refrigeración contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero y al aumento de la demanda energética.
Para mitigar este impacto, se sugiere optar por equipos con tecnología inverter, que son más eficientes energéticamente, y asegurarse de utilizar refrigerantes de bajo impacto ambiental.
Además, fomentar la instalación de sistemas de energía renovable en los hogares puede contribuir a reducir la huella de carbono asociada a su uso.