Un grupo de autoconvocados pidió una urgente respuesta por parte del intendente Nikisch. También advirtieron por una creciente persecución laboral y una política del miedo y la intimidación al personal de planta.
Trabajadores municipales autoconvocados de Resistencia han alzado su voz ante la precaria situación salarial y laboral que enfrentan, denunciando que sus ingresos los mantienen por debajo de la línea de pobreza e indigencia. En esta línea reclaman que el intendente Roy Nikisch baje a dialogar y ofrezca respuestas urgentes.
Los empleados describieron en distintos posteos en redes sociales un panorama alarmante en el que, a pesar de trabajar extensas jornadas, sus salarios apenas cubren sus necesidades básicas. «Estamos muy por debajo de la canasta básica», afirmó Daniela Sánchez, vocera de los trabajadores, explicando que su sueldo básico es de 166 mil pesos, y que incluso con horas extras, sus ingresos apenas alcanzan entre 300 mil y 350 mil pesos, cuando la línea de la indigencia en la Argentina en noviembre fue de 353.154,74 pesos.
Esta cifra contrasta fuertemente con el costo de vida actual, llevando a muchos trabajadores a recurrir a préstamos constantemente, creando un ciclo de endeudamiento. «El compañero que pide un préstamo hoy, al mes siguiente no cobra nada y tiene que volver a pedir otro préstamo», señaló.
La falta de ropa de trabajo y elementos de seguridad es otra grave problemática. «No tenemos indumentaria, este año pasado con el intendente Nikisch no tuvimos indumentaria y estamos trabajando sin los elementos de higiene y seguridad», denunció otro de los empleados. El hombre señaló que trabajan sin guantes, ropa adecuada, ni elementos reflectantes, lo que pone en riesgo su seguridad, especialmente en los turnos nocturnos.
Los empleados también denunciaron persecución y acoso por parte de algunos superiores, quienes según ellos, tienen salarios muy elevados. «Yo fui y soy objeto de persecución y acoso por parte de mi jefe, que salió en los medios con un sueldo abultado de 1.500.000 pesos», afirmó Sánchez.
Esta situación ha llevado a que los empleados teman expresar sus reclamos, por miedo a perder sus horas extras o ser trasladados. «Muchos tienen miedo y nosotros al ponernos al frente de la denuncia de la situación en la que estamos somos objeto de acoso y persecución constante», acotó.
La responsabilidad política del intendente Nikisch es central en este reclamo ya que los trabajadores denuncian que mientras la municipalidad gasta en otros rubros, como la contratación de personal nuevo, los empleados de planta se encuentran con sueldos insuficientes y sin las condiciones laborales adecuadas.
«Hay plata para pagar buenos sueldos a los funcionarios, pero para un aumento como la gente para el personal municipal no hay», cuestionó.
Los municipales exigen que el intendente se siente a dialogar y a revisar la realidad de sus salarios. «Queremos un sueldo digno y que cada empleado municipal cobre bien porque nuestra tarea vale», remarcó.
Los trabajadores esperan que este reclamo sea escuchado y que se tomen medidas urgentes para mejorar sus condiciones laborales y salariales, ya que muchos son el sostén de sus familias. Los trabajadores remarcaron que no están en contra de que haya nuevos puestos de trabajo, pero si están en contra de que no se reconozca al personal existente.
La situación de los trabajadores municipales de Resistencia refleja una preocupante realidad de desigualdad y precariedad laboral, en la que los empleados públicos se encuentran en una situación vulnerable y en la espera de una respuesta concreta por parte de las autoridades.
