La hermana de la reina de los Países Bajos ha construido una carrera destacada en el arte. Su vida y obra, marcadas por su origen argentino, destacan entre las trayectorias de una familia que ganó relevancia internacional.
Dolores Zorreguieta es una artista plástica argentina que ha encontrado en Nueva York su lugar para desarrollarse profesionalmente. Hermana de Máxima, la reina consorte de Holanda, Dolores ha dedicado su vida al arte y se ha mantenido al margen de las actividades públicas que rodean a la realeza. Sin embargo, su relación con la familia real y su particular historia personal han despertado interés tanto en Argentina como en el resto del mundo.
Nacida en el seno de una familia con fuertes vínculos políticos e intelectuales, Dolores es hija de Jorge Zorreguieta y Marta López Gil. Su padre fue un político argentino que ocupó cargos durante la última dictadura militar, un hecho que generó polémicas cuando Máxima contrajo matrimonio con Guillermo Alejandro, el entonces príncipe heredero de los Países Bajos.
A pesar de estas controversias, la familia Zorreguieta logró adaptarse a los cambios y mantener unida su identidad, lo que también ha influido en la obra de Dolores. Máxima Zorreguieta, hoy reina de Holanda, conoció a Guillermo Alejandro en una fiesta en Sevilla en 1999.
La pareja se casó en 2002, y desde entonces, Máxima se convirtió en una figura destacada de la realeza europea. Este evento marcó un antes y un después en la vida de los Zorreguieta, quienes pasaron a estar en la mirada pública internacional. Sin embargo, Dolores decidió continuar con su carrera artística lejos del foco mediático.
Dolores, de 53 años, estudió en la Escuela Nacional Prilidiano Pueyrredón en Buenos Aires, donde desarrolló su interés por las artes visuales. Más tarde, se perfeccionó en la Universidad de Nueva York, lo que le permitió acceder a una red más amplia de galerías y exposiciones.
A los 27 años comenzó a trabajar como artista profesional, enfocándose en temas como el sufrimiento y la violencia, elementos que se reflejan en su obra, marcada por influencias filosóficas y literarias provenientes de su entorno familiar.
La carrera de Dolores incluye exposiciones en América Latina, Europa y Estados Unidos. Una de las más destacadas tuvo lugar en Sevilla en 2009, consolidándola como una artista con proyección internacional. En sus redes sociales, comparte imágenes de sus creaciones y algunos aspectos de su vida personal, lo que le permite mantener un vínculo cercano pero discreto con el público.
A qué se dedican los demás hermanos de Máxima Zorreguieta, la reina de Holanda
La familia Zorreguieta está compuesta por seis hermanos, cada uno con trayectorias profesionales muy diversas. Martín, propietario del restaurante Tinto Bistró en Villa La Angostura, Argentina, ha recibido a la familia real holandesa en varias ocasiones.
Ángeles, doctora en química especializada en biología molecular, trabaja en la Fundación Instituto Leloir. Juan, ingeniero industrial, reside en Austria junto a su esposa, Andrea Wolf, una asesora política. María, por su parte, mantiene un perfil reservado, mientras que Inés, la hermana menor, trabajó para la ONU y el Ministerio de Desarrollo Social de Argentina, antes de su trágico fallecimiento en 2018.
A pesar de las diferencias entre ellos, los Zorreguieta comparten un origen común que los ha unido en momentos de adversidad. La conexión con la realeza europea no solo transformó la vida de Máxima, sino que también arrojó luz sobre las actividades de sus hermanos. Dolores, sin embargo, ha logrado construir un camino independiente y se ha mantenido fiel a su pasión por el arte.
La vida de Dolores Zorreguieta es un testimonio de cómo es posible destacarse en el ámbito profesional sin depender de la notoriedad que otorga un apellido vinculado a la realeza. Con su talento y dedicación, ha logrado ser reconocida como una figura clave en el mundo artístico, dejando una huella que va más allá de su relación familiar.
