Investigaciones recientes difundidas por Men’s Health revelan cómo los químicos en los aerosoles dañan la salud bucal al causar sequedad y caries, mientras elevan riesgos cardiovasculares y contribuyen al desperdicio masivo de recursos como el litio
En 2012, el vapeo era una práctica marginal en el Reino Unido, con apenas 700.000 usuarios. Para 2023, esta cifra ascendió a 4,7 millones, reflejando su aceptación masiva como alternativa al tabaco. Sin embargo, a medida que el gobierno británico se prepara para prohibir los dispositivos desechables en junio de 2025, surgen interrogantes sobre los riesgos para la salud, los impactos ambientales y si es momento de abandonar esta práctica por completo.
Un artículo de Men’s Health (UK) explora esta problemática, destacando la creciente preocupación de expertos e instituciones sobre los peligros asociados al vapeo.
Un cóctel químico bajo la lupa
El líquido utilizado en los cigarrillos electrónicos contiene una mezcla de nicotina, propilenglicol, glicerina vegetal y saborizantes. Aunque esto puede parecer inofensivo, Michael Heffernan, especialista en prostodoncia de Bupa Dental Care, advierte que los dispositivos de baja calidad suelen calentar estos ingredientes de manera deficiente, liberando químicos potencialmente peligrosos.
Según Men’s Health (UK), esta es una preocupación especialmente relevante para quienes usan dispositivos desechables, cuya accesibilidad y bajo costo los hace populares entre los más jóvenes.
Impactos pulmonares y cardiovasculares
Aunque inicialmente se consideró al vapeo como una opción más saludable que el cigarrillo convencional, su perfil de seguridad fue objeto de creciente escrutinio. La doctora Sam Wild, clínica de Bupa Health Clinics, sostiene que los aditivos presentes en los líquidos pueden ocasionar daños severos en los pulmones, como bronquiolitis obliterante.
Además, los altos niveles de nicotina en los vapes desechables aumentan la presión arterial y la frecuencia cardíaca, elevando el riesgo de padecimientos cardiovasculares. Men’s Health subraya que estos efectos no deben subestimarse.
Daños a la salud bucal
Los efectos nocivos del vapeo también se manifiestan en la salud dental. El aerosol producido durante su uso deja residuos pegajosos en los dientes, que atrapan manchas en el esmalte y favorecen la acumulación de bacterias dañinas.
Esto incrementa el riesgo de caries, enfermedades de las encías y halitosis. Heffernan destaca que la sequedad bucal inducida por el vapeo crea un ambiente ideal para las bacterias, agravando aún más el deterioro dental.
De acuerdo con Men’s Health, dejar este hábito podría prevenir complicaciones como encías inflamadas, sensibilidad dental e incluso la pérdida de piezas dentales.
Beneficios mentales de dejar el vapeo
El impacto del vapeo no se limita al ámbito físico. Una encuesta citada por Men’s Health revela que el 90% de las personas que abandonaron esta práctica experimentaron una significativa disminución en los niveles de estrés, ansiedad y depresión.
De igual manera, Heffernan advierte que los beneficios físicos tras dejar de vapear son más inciertos, ya que dependen de factores como la duración del consumo y la exposición acumulada a los químicos presentes en los líquidos.
Una crisis ambiental en expansión
Además de los riesgos para la salud, el vapeo plantea una seria amenaza ambiental. Según Men’s Health, cada semana se descartan 1.3 millones de dispositivos desechables en el Reino Unido, lo que genera una pérdida anual de 10 toneladas de litio, suficiente para fabricar 1.200 baterías de autos eléctricos.
Estos desechos contribuyen a la creciente crisis global de contaminación por plásticos y metales pesados. Wild subraya que la mejor opción tanto para el individuo como para el medio ambiente es abandonar por completo el uso de cigarrillos electrónicos.
La inminente prohibición de los dispositivos desechables representa una oportunidad para replantear el lugar del vapeo en la sociedad. Aunque en algunos casos sirvió como herramienta para dejar de fumar, el consenso entre expertos y reportado por Men’s Health es que no debería considerarse una solución permanente.
Abandonar tanto el tabaco como los cigarrillos electrónicos es un paso esencial hacia un estilo de vida más saludable y sostenible, que beneficie tanto a las personas como al planeta.
El artículo concluye que el vapeo, lejos de ser la opción segura que muchos esperaban, plantea riesgos que no pueden ignorarse. Entre los daños a la salud, la presión ambiental y la necesidad de regulaciones más estrictas, el futuro de los cigarrillos electrónicos está en la mira, y el camino hacia un mundo libre de vapeo parece ser el más sensato.