Un vaso con agua, 30 segundos, y la porción quedará crujiente como recién salida del horno. Igualmente, hay un par de opciones más para tener en cuenta.
La tecnología hizo avances a lo largo de la historia de la humanidad realmente impresionantes. Sin embargo, hay pequeñas cosas que siguen siendo un tema de difícil resolución pese a toda la evolución.
Por ejemplo, cómo lograr que calentar la pizza en el microonadas permita recuperar a la masa la textura que tuvo originalmente. Parece una tarea imposible y si la pizza no se comió cuando recién salió del horno, hacerlo al día siguiente es garantía asegurada de que quede blanda.
Sin embargo, la tecno que avanzó tanto como para inventar el microondas y acelerar los procesos de calentamiento de montones de comidas, todavía no dio en la tecla con la porción de pizza frío. Pero apareció una solución increíble y con apenas un detalle se puede lograr comer caletita y prácticamente tan crocante como la primera vez, la pizza que sobró del día anterior.
Así podés calentar pizza en el microondas: un truco básico y que no falla
La masa de la pizza es, básicamente, harina y agua. Esto significa que al momento de cocinarla y comerla recién salida del horno, si está bien cocida, se pone crocante y toma la textura y el sabor de una rica pizza.
Sin embargo, cuando se enfría a temperatura ambiente y, mucho más, si pasa por el frío de la heladera, la humedad de esa masa provocará que al recibir nuevamente calor, en este caso del microondas, quede gomosa o esponjosa. Y ya no sea lo mismo.
Intentar encender el horno y meterla nuevamente ahí es un arma de doble filo: no solo que quizá la porción no se caliente lo suficiente sino que, además, va a seguir cocinándose, por lo que la pizza del día anterior más que recalentada quedará recocida: o sea, dura como una tabla.
Queda claro que la mejor forma es el microondas y hay un par de técnicas que pueden hacer que la masa no quede blanda:
- Introducir en el microondas la porción de pizza a calentar, puede ser sobre un plato o utilizando el mismo que ya está en el equipo electrónico.
- Al lado de la porción, colocar un vaso con agua y poner a calentar 30 segundos.
- Transcurrido ese lapso, la porción recupera buena parte de su textura original. Tal vez no al 100 por ciento, pero sí quedando bastante crocante.
Otra variante para quien no quiera usar el vaso con agua es poner la pizza en un plato y sobre un papel absorbente. Éste se llevará buena parte de la humedad de la masa, secándola y dejándola más parecida que al momento de estar recién cocida.
Alternativas para calentar la pizza
Poner la porción de pizza en el microondas y darle unos pocos segundos, como para que le saque el frío (no importa que no termine de calentar). Luego, encender el grill, ya sea del microondas o del horno, en ambos casos para quienes dispongan de esa posibilidad.
Una vez que el interior donde irá la pizza tomó temperatura, entonces poner durante unos minutos la porción. Los suficientes como para que lo que se pudo haber ablandado de endurezca y quede crujientes, pero sin pasarse de tiempo, para evitar que se seque o se queme. En cualquiera de los dos casos, hay que prestar atención.
También existe una variante más, que involucra un vaso con agua y un electrodoméstico que no todos tienen: la freidora de aire. Quienes sí cuenten con ella tienen ahí una buena posibilidad de comer la pizza del día anterior como recién sacada del horno.
Primero, hay que precalentar la freidora durante unos tres minutos a la máxima temperatura (o a 350 grados). Luego, verter dentro de la canasta de la freidora una cucharada de agua para evitar que la corteza se seque.
Calentar entre cuatro y seis minutos, según el grosor de la masa, y al sacarla la porción de pizza quedará como si estuviese recién hecha.