El cierre de las negociaciones, anunciado por von der Leyen, desató una ola de repudio unánime desde el Elíseo hasta la oposición policita y organizaciones agrarias
El anuncio del cierre de las negociaciones entre la Unión Europea (UE) y Mercosur para un acuerdo comercial, realizado el viernes en Montevideo por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha generado una fuerte reacción en Francia. La clase política del país, históricamente dividida, ha mostrado un rechazo unánime a la conclusión de un pacto que lleva casi 25 años en negociaciones.
Desde Elíseo, fuentes oficiales subrayaron que el acuerdo sigue siendo “inaceptable” en su estado actual y, al no haber sido aún firmado ni ratificado, no tiene “ningún efecto jurídico”. En una conversación con periodistas, una fuente aseguró que “solo los Estados” miembros de la UE “podrán autorizar la firma del acuerdo”, y recalcaron que los Veintisiete “no están vinculados por el anuncio del fin de las negociaciones”.
La ministra de Comercio Exterior en funciones, Sophie Dumas, también rechazó el acuerdo y advirtió que Francia luchará “en cada etapa” del proceso dentro de la UE. Enfatizó que lo sucedido en Montevideo no compromete a los Estados miembros del bloque europeo.
Reacciones de la oposición
Las críticas desde la oposición política francesa han sido más contundentes. Fabien Roussel, secretario general del Partido Comunista (PCF), calificó el acuerdo como “¡Un acto de traición!” en la red social X.
“Puñalada por la espalda”, fue la expresión de la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, quien acusó a la Comisión Europea de “imponer su ‘diktat’”. Además, criticó a la CE de “limpiarse los pies con el voto soberano de los diputados” franceses, quienes rechazaron con una mayoría el acuerdo en la Asamblea Nacional y el Senado la semana pasada.
Desde la izquierda, Jean-Luc Mélenchon, líder del partido La Francia Insumisa (LFI), dirigió su crítica al presidente Emmanuel Macron, al que acusó de estar concentrado en buscar un nuevo primer ministro mientras Alemania celebraba la firma del acuerdo.
“Mientras Macron juega al monopoly político, el Gobierno alemán está encantado con el abuso de poder de Von der Leyen, que ha firmado el acuerdo de libre comercio con Mercosur en Uruguay. Con Macron, Francia sale de la Historia”, afirmó.
Marine Tondelier, líder ecologista, también arremetió contra el presidente, señalando que “El balance del macronismo es también el debilitamiento de Francia en Europa y en el mundo”. “Nuestros agricultores no pueden ser monedas de cambio”, insistió.
Rechazo de los agricultores
El malestar también se extiende a las organizaciones agrarias, que en las últimas semanas han protagonizado protestas por todo el país en contra este acuerdo y que tienen nuevas movilizaciones programadas para el lunes y el martes de la próxima semana.
El sindicato FNSEA, uno de los más grandes del país, ha sido muy crítico con el acuerdo, especialmente por la competencia que representaría para los agricultores franceses, quienes temen que los productores de Mercosur no tengan que cumplir con las mismas exigencias fitosanitarias y ambientales que sus homólogos europeos.
En particular, se critica la utilización de hormonas y antibióticos para el crecimiento del ganado vacuno y de aves, así como la falta de garantías sobre el fin de la deforestación amazónica relacionada con actividades agrícolas.
En declaraciones al canal BFMTV, Yohan Barbe, portavoz de la FNSEA, comparó el cierre de las negociaciones con una “puñalada por la espalda” y advirtió de nuevas protestas. “Vamos a endurecer nuestras acciones y a centrarlas en la UE”, afirmó.
El rechazo francés al acuerdo también se refleja en la agenda de von der Leyen, quien, a pesar de haber sido invitada a la ceremonia de reapertura de la catedral de Notre Dame en París el lunes, no asistirá finalmente. Su gabinete aclaró que, a pesar de que en un principio se informó que la visita sería confirmada, tras el anuncio de Montevideo, “la visita no había sido confirmada oficialmente”.
(Con información de EFE)
