A través de un comunicado, pidieron “paz” y que no se tomen represalias. Javier Cerfoglio, el esposo de la víctima, fue imputado por “homicidio doblemente agravado por el vínculo” y permanece detenido.
Necochea no sale de la conmoción por el caso de Magalí Vera, la mujer que murió ahogada en la madrugada del domingo después de que su marido precipitara el auto en el que volvían de un casamiento al Río Quequén. A tal punto escaló la indignación entre los vecinos que empezó a circular en las redes una convocatoria para atacar la casa donde vivían el imputado por femicidio y la víctima, y la familia salió rápidamente al cruce para pedir “paz” y “un poco de tranquilidad”, en medio del dolor que están atravesando.
“A la ciudadanía le pedimos paz, en estos momentos de tanto dolor nos encontramos habitando la casa de Magui y de su hijo, tratando de preservar las cosas que ella tenía. Les solicitamos a todos un poco de tranquilidad, la Justicia está actuando y nosotros tratando de contenernos entre nosotros, con nuestra familia y amigos”, expresaron a través de un comunicado.
“Ante hechos que se difunden de querer tomar represalias contra la vivienda que ocupaba Magui con el imputado de este femicidio, les queremos informar que se encuentra en resguardo nuestro y habitándola en estos momentos”, sigue el texto publicado por Ecos Diarios, entre otros medios locales.
Y concluyeron: “Estamos pasando por momentos muy duros, agradecemos las muestras de apoyo y fuerzas, y queremos nuevamente pedir paz. Gracias, familia Vera”.
La muerte de Magalí Vera
La muerte de Magalí Vera ocurrió cerca de las 5 de la madrugada del domingo, cuando la pareja volvía de un casamiento que se llevó a cabo en un salón ubicado a unos 5 kilómetros de Necochea. Según los testimonios, ambos se habían retirado antes de esa fiesta tras mantener una fuerte discusión a la vista de todos.
Los testigos también permitieron reconstruir que Javier Cerfoglio, el esposo de Vera y único acusado por femicidio, estaba borracho y durante el viaje de regreso le dio una brutal paliza a su mujer a bordo del auto y poco después ambos cayeron a las aguas del Río Quequén, pero sólo él sobrevivió.
Con el avance de la causa, un video registrado por una cámara de seguridad y el resultado de la autopsia terminaron de unir los cabos sueltos de la historia y así la investigación por el supuesto trágico accidente se transformó en un caso de femicidio.
Cerfoglio fue detenido e imputado por homicidio doblemente agravado por el vínculo y por violencia de género (femicidio) y se negó a declarar ante el fiscal Walter Pierrestegui, a cargo de la causa.
Magalí era empleada de la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC), pero a mediados de año renunció para dedicarse a su emprendimiento de tortas. Tenía un hijo de 12 años con Cerfoglio que, al momento del accidente, no estaba con ellos en el auto.