En el informe “Índice de Resultados Escolares de primaria: Evolución y análisis por departamento”, se observa un aumento en la proporción de alumnos que llegan al último año de la primaria a tiempo, dado que en la primera cohorte analizada, 2011-2016, sólo el 88% llegaba en tiempo al último año, mientras que en en la cohorte 2016-2021 esta cifra asciende al 92%.

De modo que los resultados han evolucionado favorablemente a lo largo de las diferentes cohortes.

Si se observa la cohorte 2018 vs. la cohorte 2011, con excepción de las provincias de Chaco y Tierra del Fuego, todas presentan un incremento en la proporción de alumnos que llegan en el tiempo teórico esperado. Al mirar la cohorte 2018-2023, en 20 de las 24 jurisdicciones, más del 90% de los alumnos que empezaron primer grado en 2018 llegaron en el tiempo esperado a sexto grado.

Si bien hay 4 provincias que no lo alcanzan, han tenido importantes aumentos del año 2016 al 2023: Corrientes pasó de 65% a 82%, Misiones de 74% a 86%, Santiago del Estero de 74% a 86% y San Juan de 80% a 84%.

Tiempo y forma

En tanto, al calcular la proporción de alumnos que alcanzan los requerimientos mínimos de Lengua y Matemática según las pruebas estandarizadas Aprender, que se toman a los alumnos en sexto grado de primaria, se obtienen datos de llegada “en forma” al final de la primaria. A nivel país, el 45% de los alumnos que empezaron primer grado en el año 2018 llegaron en 2023 al 6º grado en edad teórica y con los conocimientos al menos satisfactorios tanto en Lengua como en Matemática.

Al desagregar por provincias se presentan variaciones en los resultados. Las cuatro provincias con mayor Índice de Resultados Escolares son: CABA (61%), Córdoba (57%), Tierra del Fuego (48%) y La Pampa (48%).
En el otro extremo se encuentran Santiago del Estero (34%), San Juan (34%), Catamarca (34%) y Chaco (30%).

Índice de Resultados Escolares por departamento

Al analizar el IRE por departamentos (subdivisiones administrativas de las provincias), se observa una amplia dispersión: el porcentaje de alumnos de primaria que llegan a 6° grado a tiempo y con los aprendizajes esperados varía desde 15% hasta 79%.

El informe consideró solo aquellos departamentos cuyos datos fueron liberados por la Secretaría de Educación, tienen una participación igual o mayor al 60% de su matrícula en las pruebas Aprender, y además tienen más de 30 alumnos rindiendo las evaluaciones.

Dentro de cada provincia, la mayoría de los departamentos tienen un IRE en línea con su promedio provincial. Córdoba y CABA son las únicas dos jurisdicciones en las cuales todos sus departamentos rinden por encima del promedio nacional (45%).

El departamento con el IRE más alto del país dentro de los que tienen la mayoría de su matrícula en escuelas del ámbito urbano es la comuna 6 de CABA, que corresponde al barrio de Caballito, con un 73%. A su vez, entre los que tienen mayoría de su matrícula en escuelas del ámbito rural, está un departamento llamado Pocho, en Córdoba, con un 79%.

En la región Nordeste, se ubican por encima del promedio nacional los departamentos de ​ Pilcomayo (54%), Pirané (47%) y Patiño (46%) en Formosa; General Alvear (49%) y Sauce (46%) en Corrientes; y Concepción en Misiones (49%). Los departamentos urbanos de Independencia (15%), Sargento Cabral (21%) y General Belgrano (22%), los tres ubicados en Chaco, son los que tienen los IRE más bajos a nivel nacional. También se ubica en ese nivel el departamento rural de Concepción (22%), en Corrientes.

“Celebramos que el Índice de Resultados Escolares se publique por departamento, ya que desde Red de Innovación Local (RIL) estamos convencidos de que los gobiernos locales tienen un gran potencial de impacto, tanto en las trayectorias como en los aprendizajes de los estudiantes. El compromiso de los intendentes con la educación viene creciendo en los últimos años, podemos ver cada vez más en sus agendas proyectos de apoyo escolar en Lengua y Matemática, programas socioeducativos, de educación complementaria en ciencias, artes y deportes, y de formación docente, entre otros”, asegura Delfina Irazusta, directora ejecutiva de la RIL.

“La enorme dispersión por departamentos, por nivel socioeconómico y las diferencias entre ámbitos rurales y urbanos nos hablan de una profunda y compleja desigualdad. Intervenir con políticas educativas transformadoras que vayan más allá de las decisiones de escritorio es clave: es urgente evitar el ‘efecto arrastre’ de saberes fundamentales no aprendidos que se registra actualmente en los niveles secundario y superior y que viene impactando negativamente en las posibilidades de ascenso social de los egresados de las instituciones educativas”, afirma Viviana Postay, formadora de directores y docentes, y profesora de escuela secundaria.

“Más allá de las cifras, es importante pensar en cómo la falta de aprendizaje afecta a los niños y a la sociedad a lo largo del tiempo. Cuando un niño no logra adquirir conocimientos esperados para su edad, lleva consigo una desventaja que lo acompaña a lo largo de su vida y que también impacta en su comunidad. Esto nos llama a renovar los esfuerzos y a implementar políticas que garanticen una educación completa, que mire hacia el futuro de cada niño y niña del país. Para eso, necesitamos un sistema educativo inclusivo que se adapte a la realidad de cada comunidad. Esto implica contar con recursos adecuados, docentes preparados y métodos de enseñanza que motiven a los estudiantes a participar activamente”, comenta Pablo Mainer, fundador y director de la ONG Hablemos de Bullying.

 

Argentinos por la Educación