La Municipalidad de Resistencia transporta operarios en una pala mecánica, como si se tratara de basura.
La Municipalidad de Resistencia, encabezada por el intendente Roy Nikisch, se ufana de sus estrictos controles de tránsito como aporte a la seguridad vial.
No se admiten carros, los motociclistas sin casco tienen prohibido estacionar y si son sorprendidos transitando se les secuestra el vehículo, se sanciona a conductores que se distraigan con el teléfono celular o tomando mate, y ni hablar de la falta de seguro y otros papeles.
Eso está bien.
Lo que no está tan bien es que la propia Municipalidad transporte de un lugar a otro a sus operarios en una pala de una cargadora frontal mecánica, como si se tratara de una pila de basura.
La pala, propiamente dicha, no sólo es sumamente incómoda, sino que no cuenta con ningún elemento de seguridad y los “pasajeros” están expuesto a un riesgo patente y cualquier maniobra brusca, una colisión o simple distracción podría terminar en tragedia.
Eso está mal. “Así, no”, diría Mirtha.
