Por más de 50 años, estuvo relacionado con las principales figuras del rock local. También estuvo trabajando en la visita de importantes figuras como Frank Sinatra, Rod Stewart, Joe Cocker y los Rolling Stones.
Una triste noticia sorprendió a los que trabajamos en el periodismo musical, la muerte de Peter Deantoni a los 76 años. Fue su hija quien lo anunció en el Facebook del legendario manager del rock, que a lo largo de su carrera, trabajó con importantes figuras como Pappo, Color Humano, Vox Dei, Los Abuelos de la Nada y Nito Mestre. También estuvo relacionado con la visita de importantes figuras internacionales a la Argentina.
Deantoni había sido operado el lunes para colocarle un stent. La intervención salió bien, pero luego tuvo un paro cardiorrespiratorio. Colegas, músicos y periodistas lo despidieron en las redes sociales.
A lo largo de sus años de carrera, más de 50, trabajó con importantes figuras como Color Humano, Vox Dei, Los Abuelos de la nada, Nito Mestre y hasta el legendario Pappo. También, fue importante su trabajo en la llegada de importantes figuras internacionales como Joe Cocker, Rod Stewart, The Police, BB King y hasta los Rolling Stones. Su manejo del inglés fue importante para poder contactar a estos importantísimos artistas.
Varias de sus historias, un listado interminable de anécdotas y curiosidades, quedaron documentadas en sus libros “De la A a la Z” y “Pappo Made In USA”. Un trabajo necesario para todo aquel que disfruta de las historias más impresionantes del género. También tenía un programa de radio contando sus aventuras musicales.
Los Gatos fue la primera banda que vio en vivo y estuvo en los primeros ensayos de Almendra. Desde ese momento, Peter se relacionó con las figuras del rock local e internacional. Estuvo con todos. “Hacer este trabajo fue una ayuda para la memoria”, destacó el manager a La Viola, en una entrevista en febrero de este año.
“La primera banda con la que trabajé fue Color Humano. Ellos ensayaban en mi casa. Arranqué con la música porque tenía una camioneta y dos amigos me ayudaban a cargar los equipos. Después aprendí a hacer sonido. En definitiva, hacía un montón de cosas. En ese momento, la banda me preguntó si quería ser su manager y acepté”, recordó esa primera experiencia.
También, en aquella charla recordó: “El primer artista internacional con el que trabajé fue Joe Cocker, en 1977. Le hice toda la producción porque lo traía Odeón, el sello discográfico, y una disquería que no tenía ni idea de cómo era la producción. Yo estaba con Vox Dei, así que le alquilé todos los equipos a los organizadores”.
Fue todo un acontecimiento para el mundo del rock local. Las visitas eran muy escasas y la llegada de esta gran figura representó un paso a la hora de la producción de grandes espectáculos. El 10, 11 y 12 de agosto, una multitud disfrutó de Joe Cocker en el Luna Park, donde repasó gran parte de su repertorio.
En sus libros podemos encontrar los relatos de la primera llegada de Rod Stewart al país. El rockero llegó para disfrutar del Mundial 78. “Fui convocado por Oscar López, que manejaba el sello Talent dentro de Microfón, compañía que en esa época era presidida por Néstor Celasco. Los tres fuimos a buscarlo a Ezeiza y lo hospedamos en el Hotel Alvear. Mi papel fue como una especie de traductor acompañante. Para mí fue una experiencia inolvidable”, contó en la entrevista.
Su trabajo fue importante para la llegada de los Rolling Stones. Peter estuvo en aquellas primeras reuniones con los promotores del legendario grupo para concretar la visita que finalmente sería varios años después. “Me convocaron para trabajar en la visita de Frank Sinatra al país. A raíz de este trabajo conseguí una visa múltiple e indefinida de trabajo en los Estados Unidos. Estábamos por aquellos días con el régimen militar. Esto me permitió viajar para buscar a los Rolling Stones”, recordó a La Viola.
“La idea de que los Rolling Stones toquen en Argentina fue de Carlos Geniso. Él trabajaba con Daniel Grinbank y tiró la idea en la mesa. El único inconveniente era que había que poner plata, mucha plata para traerlos. Con la compañía paralela que tenía con Carlos fuimos el gancho para lograr contactarlos”, describió en su libro sobre aquella negociación. “El grupo pedía 10 mil dólares para atenderte y después te lo descontaban del cachet. Pedían ese dinero porque en la oficina estaban cansados de que los fanáticos los visiten y les pidan póster y fotos con los álbumes de oro”.
Su amistad con Pappo y B.B. King
“Fue un gran amigo, con momentos buenos en la relación y otros por ahí no tanto. Lo sentí como un hermano, era un año más grande, y vivimos un sueño y nos despertamos de una manera brusca”, recordó el autor.
“Todo fue a instancia de B.B. King. En su primera visita a la Argentina, Pappo le regaló un queso y una botella de vino. En otro viaje, que estaba tocando Pappo en Obras y cuando bajó del auto, me preguntó quién estaba en el escenario. Le respondí que era el que le había regalado el queso. Lo llevé hasta el costado del escenario, pero el público no lo veía. ‘Decile que no se vaya, quiero hablar con él”.
La anécdota siguió con un final muy gracioso. “Pappo se fue a un jacuzzi que tiene obras para los jugadores, así se pueden relajar. Se metió y se quedó dormido. Durante el show de B B King, una persona gritó su nombre desde la popular y el estadio empezó a gritar. B.B. King me hizo una seña para que lo vaya a buscar. Lo mandé a Botafogo para que le avisara. Se levantó, se puso los pantalones de cuero todo mojados y apareció en el escenario con las botas con agua. Como no pudo cerrarse el pantalón, se puso la camisa por afuera. Tocaron juntos 45 minutos”.