Un joven repartidor sufrió un violento robo un instante después de haber entregado un pedido. Los segundos que duró el asalto quedaron grabados, al igual que la voz suplicante del muchacho que rogaba por su moto, principal instrumento de trabajo.
“Loco, por favor, estoy laburando”, repetía el hombre al mismo tiempo que buscaba resguardarse. El hecho ocurrió el martes en la tarde en Boulogne, en el límite entre San Isidro y San Martín.
La cámara de seguridad vecinal apuntaba hacia el joven y se escucha el momento en que él le entregaba al cliente su comida. “Buen provecho”, dice y se despide.
A su espalda, aparecieron dos ladrones. Uno iba en moto y el otro corrió por la vereda al mismo tiempo que empuñaba una pistola en dirección a la víctima y le gritaba: “¡Dame todo, compa, dame todo!”. El hombre volteó y levantó las manos al ver el arma.
“No tengo nada, no tengo nada”, insistía la víctima. “Loco, pará, por favor, pará”, rogaba mientras que el ladrón armado prendía su moto. “Dale, loco, estoy laburando”, les gritaba, pero los ladrones se fueron en menos de 20 segundos.
Tan pronto se alejaron, el joven gritó por ayuda, desesperado. “Señora, por favor, llamá a la policía, por favor, no tengo seguro”, decía alterado.