El diputado Maximiliano Ferraro presentó este jueves un pedido de Acceso a la Información Pública al gobierno para que detalle la restitución de los gastos reservados de la SIDE que ejecutó, un mes después que el Congreso anulara el DNU que ampliaba el presupuesto del organismo de inteligencia.
Según el entorno del legislador, los recursos deberían reponerse tras la derogación del decreto y los 100 mil millones de pesos «continúan figurando en el portal de Presupuesto Abierto como disponibles para tal objeto del gasto».
Miembro del bloque de la Coalición Cívica, Ferraro realizó un pedido de Acceso a la Información Pública «para que el Poder Ejecutivo confirme y valide estos datos y en caso contrario presente la documentación que pruebe la restitución y transferencia de los fondos afectados con carácter reservado al Tesoro».
En el escrito, solicitó toda la documentación que acredite la asignación y transferencia bancarias de fondos del Tesoro a las cuentas de la Secretaría de Inteligencia», algo que el jefe de la SIDE, Sergio Neiffert, había prometido en una reunión de la Bicameral de Inteligencia reconstruida por LPO. «Exigió el detalle a la fecha del crédito vigente, comprometido, devengado y efectivamente pagado; listado cronológico y cuantitativo de los movimientos de créditos presupuestarios cuyo objeto de gasto sean ‘gastos reservados’; y toda información y documentación vinculada a los actos administrativos realizados en consecuencia del rechazo legislativo al DNU 656/24», precisaron en su entorno.
En el portal público y oficial de Presupuesto Abierto figura que la Secretaría de Inteligencia tiene un crédito vigente 103.194 mil millones de pesos, de los cuales se han ejecutado y pagado 81.373,50 mil millones de pesos. De ahí que el legislador denunciara, antes que se rechazara el decreto, que el gobierno había gastado el 80 por ciento de esos fondos.
LPO reveló recientemente que Santiago Caputo y Neiffert habrían apelado a ese dinero para contratar los servicios de una empresa de la India que provee de trolls con respuestas automatizadas, una evidencia que emergió durante la marcha universitaria del pasado 2 de octubre. Ese día usuarios del país asiático intervenían en Twitter como bots con comentarios sobre la universidad y la política argentinas como si estuvieran al tanto, pese a que esas cuentas estaban radicadas en aquel lejano país.