Embarazada de tres meses, Sol Pérez mostró su rutina de entrenamiento. “Mi bebé es un mango y quería movimiento… ¡qué mágico todo este nuevo mundo!”, escribió la panelista junto a un video donde se la veía ejercitándose.
En la grabación se la puede ver haciendo una entrada en calor con estocadas, plancha y bandas, y ejercicios de fuerza, mientras es asistida por su marido, Guido Mazzoni.
El posteo no pasó inadvertido entre sus más de seis millones de seguidores que le dedicaron tierno mensajes y la alentaron a continuar.
“Amo ver que sigue entrenando y que pueda mostrar sin culpa que, por más pancita que existe, puede seguir siendo mujer y mamá a la vez”, “Yo entrene súper hasta los casi 8 meses y se puede todo el embarazo… Con gente capacitada todo es posible. Felicitaciones. Disfruta es hermoso entrenar con tu bebé”, “Muy linda, Sol… una mujer que siempre entreno lo puede seguir haciendo sin riesgos”, fueron algunos de los comentarios que más se repitieron.
Sol Pérez contó los particulares nombres que eligió para su futuro hijo con Guido Mazzoni
Sol Pérez contó cómo se encuentra transitando su tercer mes de embarazo junto a Guido Mazzoni, su marido. En diálogo con A la Barbarossa (Telefe), la panelista reveló los nombres que eligieron con el dueño de la cadena de gimnasios para el bebé en camino.
“Todavía no sabemos qué va a ser pero Guido está con que es varón y le quiere poner Marco Aurelio”, indicó la analista de Gran Hermano 2023 (Telefe), aunque aclaró que el nombre no la convence demasiado: “A mí me gustan, pero separados, no los dos. Pensamos en un solo nombre”.
En caso de que sea mujer, también hay un nombre que tienen en mente: “Si es nena nos gusta mucho Francesca”. Además, la influencer tomó una drástica decisión: “Y no vamos a usar los dos apellidos, sino solo Mazzoni”.
En cuanto a su estado físico durante estos primeros meses de gestación, Sol explicó: “Me siento superbien. Ya entré en el segundo trimestre, entonces estoy mejor y no tengo tanto asco. O sea, vivía con asco y me levantaba con acidez. Pero después la pasé bastante bien, por suerte y no me puedo quejar. ¡Es rarísimo todo!”.
“Todo es extraño y a la vez te van pasando un montón de cosas que no esperás. Estoy supersensible y todo está a flor de piel. Soy canceriana, resensible, pero ahora estoy potenciada”, reconoció Pérez.
Por último, concluyó: “Hasta cambié los gustos de la comida. Ahora estoy muy por lo salado. Antes cuando me levantaba comía huevos revueltos y ahora, por ejemplo, no los puedo ni ver. Lo que antes era renormal y formaba parte de la rutina cotidiana, ahora ya no me gusta tanto”.