Al menos cuatro personas murieron la madrugada del lunes en un ataque aéreo israelí contra el patio de un hospital en la Franja de Gaza. El bombardeo provocó enormes llamas en un abarrotado campamento de personas desplazadas por la guerra y causó quemaduras graves a más de dos docenas de personas, según médicos palestinos.
El ejército israelí dijo que había atacado a milicianos escondidos entre los civiles. En los últimos meses ha atacado varias veces campamentos y refugios llenos de gente con el argumento de que milicianos de Hamas los utilizaban para preparar ataques.
El Hospital Mártires de Al-Aqsa, en la ciudad central de Deir al-Balah, ya tenía problemas para atender al gran número de heridos de otro ataque a una escuela cercana convertida en refugio, en el que murieron al menos 20 personas cuando un bombardeo de madrugada golpeó el recinto y prendió fuego a muchas de las carpas.
Se oyeron varias explosiones secundarias tras el primer estallido, pero en un primer momento no estaba claro si se debían a armas o a combustible.
Cuatro personas murieron y 40 resultaron heridas, según registros hospitalarios. Veinticinco personas fueron trasladadas al Hospital Nasser, en el sur de Gaza, tras sufrir quemaduras graves, según el Mártires de Al-Aqsa.
Israel sigue realizando ataques casi a diario en la Franja de Gaza tras más de un año de guerra y ha iniciado una gran operación por tierra en el norte, donde los milicianos se han reagrupado.
La guerra comenzó cuando Hamas atacó el sur de Israel el 7 de octubre. Los milicianos mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250. Unas 100 siguen cautivas en Gaza, de las que se cree que un tercio ha muerto.
La campaña israelí de represalia ha matado a más de 42.000 palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre civiles y combatientes pero dice que más de la mitad de los muertos eran mujeres y niños. En torno al 90% de los 2,3 millones de habitantes de Gaza se han visto desplazados por la guerra, a menudo en varias ocasiones, y buena parte del territorio costero ha quedado totalmente arrasado.
Israel ha ordenado a toda la población que sigue en el tercio norte de Gaza, se estima que unas 400.000 personas, que evacúen al sur y no ha permitido la entrada de comida en la zona desde principios de mes. Cientos de miles de personas del norte acataron las órdenes de evacuación israelíes al inicio de la guerra y no se les ha permitido regresar.
Sin un final a la vista para la guerra en Gaza, Israel también combate por tierra y aire en el sur de Líbano contra el grupo armado y político Hezbollah, aliado de Hamas y que lleva más de un año lanzando cohetes al norte de Israel. Israel también ha amenazado con atacar Irán en represalia por un ataque con misiles balísticos, lo que plantea la perspectiva de una guerra regional abierta.
Un ataque aéreo de Hezbollah contra una base militar en el norte de Israel mató a cuatro soldados —todos de 19 años— e hirió de gravedad a otros siete el domingo, según el Ejército, en el ataque más letal del grupo armado desde que Israel emprendió su invasión terrestre de Líbano hace casi dos semanas.
Hezbollah, con sede en Líbano, describió el ataque cerca de Binyamina como una represalia por los bombardeos israelíes en Beirut que mataron a 22 personas el jueves. Dijo haber atacado a la brigada de élite israelí Golani con docenas de misiles para mantener ocupados a los sistemas antiaéreos israelíes durante el ataque de “escuadrones” de drones.
El servicio nacional de rescate israelí dijo que había 61 heridos por el ataque. Es inusual que drones o misiles dejen tantos heridos en Israel, dado que la mayoría son interceptados por un sistema de defensa antiaérea de varias capas o caen en espacios abiertos.
Con información de AP