El presidente Javier Milei, conocido en todo el mundo por su postura libertaria y sus planes radicales para transformar la economía del país, afirmó que aún no está preparado para levantar el cepo cambiario que rige en Argentina desde 2019. Esta declaración, hecha en una entrevista con el Financial Times, resalta las tensiones entre las promesas de liberalización económica y las condiciones económicas reales que enfrenta el país.
En la entrevista, Milei subrayó que la eliminación del cepo no puede tener una fecha fija, ya que esto sería incompatible con su concepción de un “régimen de libertad”. Según sus palabras, imponer un cronograma para liberar los controles cambiarios sería actuar como un planificador central, lo que va en contra de su filosofía libertaria. “No puedo fijar fechas porque no pienso como un planificador central. Pensamos en términos de un régimen de libertad”, afirmó el presidente.
El cepo cambiario fue instaurado en medio de una crisis económica y restringe las compras de dólares tanto para individuos como para empresas, describe el periódico británico. Estas medidas fueron diseñadas para frenar la fuga de capitales y proteger las reservas internacionales del país, explica, pero crearon un mercado paralelo para el dólar, conocido como el “dólar blue”, y contribuyeron a la falta de inversión extranjera directa.
Para el Financial Times, el presidente priorizó la estabilización de la economía a través de una serie de medidas de choque, entre ellas el ajuste fiscal y la reducción del déficit público, logrando que la inflación mensual bajara del pico del 26% en diciembre de 2023 a un 4,2% en agosto. Sin embargo, la inflación acumulada en los últimos doce meses sigue siendo alarmante, con un 237%, y la economía ha entrado en una fase de contracción con tres trimestres consecutivos de caída del producto.
Durante la entrevista, Milei explicó que la decisión de levantar los controles cambiarios dependerá del cumplimiento de varias condiciones económicas, las cuales deben darse de manera simultánea. Entre estas, destaca la necesidad de que la inflación mensual caiga por debajo del 2,5%, un nivel todavía lejano a los números actuales.
Además, Milei señaló que los bancos locales deberán reducir sus exposiciones a los bonos del Gobierno argentino y utilizar esos recursos para aumentar el crédito a las empresas, lo que también facilitaría satisfacer la demanda acumulada de dólares en el mercado. Esto último es un desafío particular, ya que muchos argentinos han visto restringida su capacidad de adquirir divisas debido al cepo, lo que ha generado un fuerte “exceso de pesos” en la economía.
Luis Caputo, ministro de Economía de Milei, coincidió con el presidente en que levantar el cepo no debe apresurarse. Caputo calificó de “infantil” la discusión sobre si el levantamiento del control cambiario debe ocurrir en los próximos meses, y sugirió que la estabilidad económica es lo más importante. Además, destacó que durante las reuniones con inversores internacionales, el tema de los controles cambiarios no es un punto prioritario, en contraste con la percepción pública y mediática dentro de Argentina.
Aunque muchos economistas instaron al gobierno a aprovechar la reciente reducción de la brecha entre el dólar oficial y el dólar blue para eliminar el cepo, el gobierno de Milei mantiene una postura cautelosa. A pesar de la apreciación del peso en el mercado negro, que ha reducido la brecha con el tipo de cambio oficial a 980 pesos por dólar, Milei insiste en que el momento no es el adecuado para desmantelar los controles.
El presidente también dejó claro que el levantamiento del cepo no está condicionado por las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a quien Argentina debe USD 43 mil millones. “Ya hemos comenzado a levantar algunas de las regulaciones que conforman los controles, y lo estamos haciendo por nuestra cuenta”, afirmó Milei, sugiriendo que su administración está avanzando hacia una mayor liberalización, pero bajo sus propios términos.
Sin embargo, Caputo dejó la puerta abierta para que un eventual acuerdo con el FMI pueda facilitar el proceso de levantar el cepo, ya que un nuevo paquete de préstamos podría ayudar a aumentar las reservas netas de Argentina, aliviando la presión sobre el mercado cambiario.