El ministro de Energía y Minas de Ecuador, Antonio Gonçalves, fue reemplazado este miércoles en medio del recrudecimiento de la crisis energética que atraviesa el país, que ha obligado a aumentar los cortes programados de electricidad, con apagones de hasta diez horas al día.
La ministra de Ambiente, Agua y Transición Ecológica, Inés Manzano, asumirá temporalmente la cartera de Energía y Minas, según anunció en un comunicado la Secretaría de Comunicación de Presidencia de Ecuador, que no aclaró si Gonçalves renunció o fue despedido.
El cambio en el Ministerio de Energía y Minas se dio pocas horas después de que, en un mensaje a la nación, el mismo Gonçalves anunciara que los cortes de electricidad pasaban de cuatro a hasta diez horas, en diferentes franjas horarias, debido a la “crítica” situación energética por la que atraviesa el país.
Gonçalves había asumido la cartera de Energía y Minas a inicios de julio, tras más de tres meses gestionada de forma interina por el ministro de Transporte y Obras Públicas, Roberto Luque, después de que la anterior ministra, Andrea Arrobo, fuera señalada por el presidente, Daniel Noboa, como culpable de una situación similar de apagones programados que tuvieron que llevar a cabo a mediados de abril.
Ahora Inés Manzano “liderará la transformación de la matriz caduca, que nos ha estancado en la dependencia de las lluvias en un 72% y ejecutará proyectos de energía renovable, ya encaminados por este gobierno, que garanticen la sostenibilidad y soberanía energética a mediano y largo plazo”, según señaló el comunicado de la Presidencia.
En un acto público, el presidente de Ecuador se refirió este miércoles a acciones de su administración para proteger a los agricultores de los efectos de la sequía, como la actual en el país andino que ha provocado también esta crisis energética.
El gobernante les dijo a los agricultores que el Gobierno mantendrá un monitoreo de la situación “para poder reducir los riesgos y consecuencias de esta terrible realidad climática que estamos viviendo y que afecta directamente al agro”.
“Sabíamos que recibíamos un país destrozado, con una crisis de seguridad, con una crisis institucional y con una crisis económica, pero aquí no vinimos simplemente a pasar el tiempo, aquí vinimos a trabajar”, comentó Noboa en momentos en que aumentan los problemas por la falta de electricidad en el país.
Medida dura
Al anunciar la ampliación de los apagones a hasta diez horas, Gonçalves anotó que el racionamiento se aplicará en diferentes franjas horarias para cumplir con el objetivo de “distribuir de manera equitativa el impacto y garantizar que el sistema energético pueda sostenerse durante este periodo crítico”.
“Sabemos que esta medida es dura y que va a generar incomodidades, pero es necesaria para proteger la estabilidad energética”, aseveró.
La reanudación de las lluvias la semana pasada, que habían mejorado los caudales de los ríos que nutren a las hidroeléctricas, generaron que los periodos de cortes de electricidad se redujeran, con lapsos de entre dos y cuatro horas dependiendo de sectores y zonas, pero fue insuficiente.
El Gobierno aseguró recientemente que el país ha afrontado la peor sequía en 60 años, lo que había afectado a la generación en varias plantas hidroeléctricas. Además, anotó que “años de abandono y de corrupción en la contratación de obras del sector eléctrico” habían causado los problemas en el suministro de energía a escala nacional.
El Gobierno ha anunciado medidas de medio y largo plazos para atender la crisis energética como la contratación de una planta eléctrica florante de la empresa turca Karpowership de 100 megavatios, que ya está en funcionamiento.
Además, el Ministerio de Energía ha solicitado a las empresas privadas tener activados sus generadores eléctricos a combustible todo el tiempo que sea posible durante el día para reducir la demanda del sistema eléctrico nacional.
La matriz de generación eléctrica de Ecuador depende en más de un 70 % de centrales hidroeléctricas, especialmente de Coca Codo Sinclair, la hidroeléctrica más grande del país con 1.500 megavatios de potencia; y en el embalse de Mazar, que alimenta a un complejo de tres centrales en el río Paute con una potencia en conjunto de más de 1.700 megavatios.
(Con información de EFE)