El economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial (BM), William Maloney, comentó este miércoles en conferencia de prensa que el organismo está “muy preocupado” por el salto de la pobreza en la Argentina, aunque mencionó que en los últimos trimestres se observó una mejora del indicador, que podría profundizarse en 2025. También destacó que el país tuvo un “increíble logro” en la desaceleración de la inflación gracias al ajuste fiscal que lleva adelante la gestión de Javier Milei.
En ese marco, el BM ratificó su proyección de una caída del PBI del 3,5% en 2024 y un rebote del 5% para el año que viene, en línea con lo que marca el proyecto de Presupuesto 2025 que confeccionó el Gobierno y que se discute por estas horas en la Cámara de Diputados. Los datos se conocieron en el marco de la presentación del informe “Impuestos a la riqueza para la equidad y el crecimiento”, en la previa de lo que serán las reuniones anuales del organismo junto al Fondo Monetario Internacional (FMI) a finales de octubre.
Ante la consulta sobre el salto de la pobreza al 52,9% durante el primer semestre que informó el Indec, Maloney respondió: “Estamos muy preocupados. Se han visto mejoras en los últimos trimestres y tenemos fe en que con el crecimiento proyectado para el año que viene habrá una mejora del indicador a niveles previos”.
La vocera del FMI, Julie Kozack, dijo la semana pasada durante su habitual conferencia de prensa que los datos del organismo estadístico demostraban la “delicada situación social del país”, pero también se refirió a una “incipiente recuperación de los salarios y la actividad” gracias a las políticas de Milei que ayudaron a bajar la inercia inflacionaria.
“La Argentina tuvo un año difícil, con una caída proyectada del 3,5%, mayormente por los extremos ajustes fiscales, que son necesarios para bajar la inflación del 25% mensual al 4% mensual, lo cual es un increíble logro. Esto requiere tener las cuentas en orden para tener una política monetaria sensata”, remarcó Maloney.
El Indec publicará este jueves el dato de inflación correspondiente a septiembre en el que las consultoras anticipan que estará en torno, o un poco por debajo, al 4% mensual. Las previsiones privadas arrojan que al gobierno le será difícil perforar el piso encontrado tras el impacto de la devaluación de diciembre pasado, aunque los funcionarios afirman que la desaceleración, más allá de algún sobresalto, será sostenida.
“Ya estamos viendo alguna recuperación del sector de automóviles, de motocicletas, bienes raíces; esperamos que esto continúe, por eso estamos incluyendo un 5% de crecimiento para 2025. La clave para seguir progresando es poder tener estas cuentas fiscales sostenibles”, aseguró el economista del BM.
El informe presentado por el organismo precisó que se prevé que el crecimiento en América Latina y el Caribe (ALC) se recupere en 2025 más de lo esperado, tras los bajos niveles observados en 2024. Es que este año continuaron los efectos del endurecimiento de las políticas monetarias y fiscales que tomaron los países para controlar la inflación de la post pandemia, así como la influencia de una “fuerte recesión producto del ajuste en Argentina”.
“No obstante, la suavización monetaria y la reducción de las tasas de interés luego de los avances en materia de reducción de la inflación derivaron en una mejora de las perspectivas de crecimiento para 2024, de 1,6% (hace seis meses) a 1,9%, así como en un aumento del crecimiento previsto para 2025 a niveles prepandémicos de 2,6%”, consignó el organismo respecto a las previsiones sobre la región.
Maloney afirmó que esas tasas de crecimiento no serán suficientes para reducir la pobreza y la desigualdad de una manera considerable.
En ese sentido, el informe resaltó que el crecimiento ALC fue impulsado por el consumo en la mayoría de los países, mientras que habla de una inversión, debilitada por las altas tasas de interés, que sigue siendo débil en Argentina, Chile, Colombia y Perú. “Una excepción es México, donde ha aumentado el nivel de inversión privada, aprovechando las oportunidades de nearshoring y friendshoring, así como la inversión pública, particularmente en proyectos de infraestructura”, añadieron.
“La desigualdad persistente, los impuestos elevados a la inversión productiva que limitan el crecimiento, y la continua falta de espacio fiscal llevaron a una situación donde gravar la riqueza es una forma posible de abordar estos tres problemas”, dice el informe del BM que en un segundo apartado trata los desafíos de la región para cobrar impuestos a los más ricos.