En el marco de una investigación por robos reiterados de cables de cobre y fibra óptica en distintos puntos del conurbano bonaerense, la Policía de la provincia de Buenos Aires realizó en las últimas horas una serie de allanamientos y detuvo a seis hombres, de entre 29 y 64 años, acusados de estar involucrados en la comercialización ilegal de metales.
La causa se inició tras una denuncia de Telefónica Móviles Argentina S.A. y está encabezada por el fiscal Elbio Laborde, titular de la Unidad Funcional de Instrucción N°3 de Avellaneda, y el Juzgado de Garantías N°1 de la jueza Mariela Bonafine.
Según informaron fuentes policiales a Infobae, agentes de la Dirección de Investigaciones de Delitos Económicos de la fuerza bonaerense siguieron los rastros e identificaron los lugares de acopio y los puntos de venta donde se comercializaba el cobre robado. También, a empresas que adquirían el material, completando así el circuito ilegal.
De esa manera, los investigadores llegaron a cinco domicilios de las localidades de Bernal, Berazategui, Esteban Echeverría y Villa Domínico.
Los lugares fueron allanados. En los procedimientos, las autoridades arrestaron a los seis sospechosos e incautaron 220 toneladas de cobre en diversas formas, como cables pelados, prensados, lingotes y bobinas.
También, secuestraron aproximadamente 2.500 kilos de monedas de curso legal (de 0,50 centavos, $1 y $2), equivalentes a cerca de un millón quinientas mil unidades de distintas denominaciones.
Además, los agentes encontraron un revólver marca Taurus .38 Special, otro marca Walter .22 largo -ambas armas de fuego sin impedimento- y más de 450 municiones de esos mismos calibres.
Los lugares, varios de los que funcionaban como depósitos, fueron clausurados y los detenidos quedaron a disposición de la Justicia, investigados por los robos y por posible infracción al artículo 283 del Código Penal, que sanciona la alteración de moneda de curso legal.
Concretamente, dicho artículo establece que “será reprimido con reclusión o prisión de uno a cinco años, el que cercenare o alterare moneda de curso legal y el que introdujere, expendiere o pusiere en circulación moneda cercenada o alterada”.
“Si la alteración consistiere en cambiar el color de la moneda, la pena será de seis meses a tres años de prisión”, se agrega en la norma.
El robo de cables y metales cobró una fuerza inusitada durante la crisis económica, con situaciones como la muerte de personas por electrocución y redadas en negocios de chatarra a gran escala.
A comienzos de esta semana se produjeron dos casos vinculados a este tipo de delito en La Plata. En la madrugada del lunes pasado, un hombre identificado como Franco Javier T., de 29 años, con domicilio registrado en Mar del Plata, fue detenido, acusado de robar 13 placas de bronce de varios nichos y bóvedas del Cementerio Municipal de La Plata.
El sospechoso fue señalado por personal de seguridad del cementerio, que llamó al 911 al verlo en el interior del lugar. Un patrullero de la Comisaría 3ª de la Policía Bonaerense llegó al lugar y lo persiguió hasta atraparlo en la esquina de 72 y 131. Llevaba en su ropa dos destornilladores y una pinza. Fue arrestado por tentativa de hurto.
Cerca del mediodía del mismo día, personal de la Comisaría 5ª fue enviado a una casa sobre Ruta 61 luego de que un empleado de la empresa energética EDELAP reportara que un hombre había muerto por colgarse de cables en la zona, probablemente para intentar robarlos. El operario vio como el hombre se tomaba de los cables, para caer en el patio delantero de una casa deshabitada.
Su fallecimiento fue constatado por médicos del SAME. El fallecido fue identificado como Gustavo G., vecino de Los Hornos, de 58 años.
Ambas causas quedaron a cargo de la UFI N°5 platense.