El Mercosur finalizó con un proceso de adhesión que duró ocho años e incorporó a Bolivia. El bloque sudamericano tiene por delante las ambiciosas negociaciones para cerrar el acuerdo con la Unión Europea, al mismo tiempo que reflota las conversaciones con China, la segunda potencia económica del mundo después de Estados Unidos.
DEF dialogó con Félix Peña, doctor en Derecho y especialista en relaciones económicas internacionales, derecho del comercio internacional e integración económica de la Fundación ICBC y la UNTREF, para conocer su opinión acerca de la actualidad y el futuro inmediato del Mercosur.
El Mercosur suma a Bolivia como el quinto integrante
Tras la aplicación del Protocolo de Ushuaia, el documento que ratifica el compromiso democrático de los Estados parte del Mercosur desde 1998, Venezuela quedó suspendida de su participación en el bloque debido a su crisis institucional y a las serias dudas sobre su integridad institucional. A partir de 2016, el Mercosur pasó a estar conformado por cuatro países: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Desde 1998, Bolivia tiene una larga relación con el bloque sudamericano, primero como Estado asociado, y luego a través de un proceso de adhesión para convertirse en un miembro pleno iniciado en 2015 con el objetivo de profundizar su vínculo.
Para entrar al acuerdo, precisaba del aval de los cuerpos legislativos los integrantes, y, rápidamente, Buenos Aires, Asunción y Montevideo dieron el visto bueno para que La Paz se incorporase a la alianza estratégica. Solo restaba el Parlamento de Brasil para comenzar con los trámites de ingreso.
Después de ocho años de postergación, bajo el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, los legisladores brasileños aprobaron el ingreso en noviembre de 2023. El proceso burocrático culminó siete meses más tarde con la promulgación de la ley de adhesión por parte de los órganos legislativos de Bolivia. De ahora en más, el país andino tendrá cuatro años para adoptar el marco legal del Mercosur, principalmente el Arancel Externo Común y el Régimen de Origen.
Para el Dr. Félix Peña, el ingreso de Bolivia refuerza el espacio de trabajo conjunto que significa el Mercosur. Una vez que se complete el proceso de ingreso, el bloque será aún más atractivo para terceros países por su creciente dimensión económica y su diversidad.
Consultado por la Comunidad Andina, fundada por Perú, Colombia, Bolivia, Ecuador, Chile y la posibilidad de sumar más países del bloque de Los Andes, Peña considera que el ingreso de La Paz “refuerza por demás la conveniencia de atraer otros países que son miembros de la Comunidad Andina”.
Las conversaciones con la Unión Europea y China
El Mercosur lleva décadas intentando consolidar un acuerdo con la Unión Europea (UE) que podría revalorizar la alianza comercial sudamericana. Ambos bloques alcanzaron un principio de acuerdo a principios de 2019 y es, posiblemente, la iniciativa más ambiciosa a nivel comercial e internacional del siglo XXI.
En su espíritu, este tratado de comercio birregional impulsa un proceso de desgravación de los aranceles, en su totalidad en el caso del 84 % de las exportaciones de la agricultura del Mercosur y parcialmente en el porcentaje restante. Otro punto importante es el otorgamiento de contingentes arancelarios (cuotas) para la carne bovina, porcina y aviar; maíz; azúcar; arroz; etanol; miel y huevos, los productos más exportados del bloque sudamericano a la UE.
Para beneficiar a los productores locales, se establecieron las Reglas de Origen, que brindan la posibilidad de importar insumos desde cualquier parte del mundo sin pagar aranceles si la finalidad del producto es la exportación. Además, se permite la importación proveniente de otros miembros del acuerdo sin perder la condición de originarios y se potencia su integración en las cadenas de valor, con una rebaja de los aranceles en torno al 18 %.
El acuerdo busca reducir los costos a ambos lados del océano Atlántico, impulsar las cadenas de valor birregionales y mejorar la competitividad en el contexto comercial mundial.
Sin embargo, las conversaciones parecen haber entrado en un punto muerto desde 2019, mientras hay quienes miran con optimismo un encuentro entre Sudamérica y Europa en septiembre. “La próxima reunión entre el Mercosur y la UE que se realizará en Brasilia permitirá tener claro cuál es el estado del proceso negociador orientado a institucionalizar el trabajo conjunto entre ambos procesos regionales”, ratificó Peña.
Mientras la alianza Mercosur-UE sigue frenada, China aparece como otra oportunidad comercial. En palabras del especialista en comercio internacional, la posibilidad de un acuerdo de trabajo conjunto entre China y el Mercosur está abierta y lo natural es que las negociaciones se intensifiquen, especialmente si se completa la fase actual de la negociación con la UE.
“Hacia el futuro, lo natural será que se intensifiquen los intereses del Mercosur en cerrar negociaciones de trabajo conjunto con los principales mercados del mundo”, añadió el referente de la Fundación ICBC y la UNTREF.
Félix Peña expresó su optimismo respecto del porvenir del Mercosur y de sus negociaciones internacionales, y concluyó que no piensa que los procesos sean algo fácil, pero sí que son necesarios para el bienestar y la perpetuidad del bloque sudamericano.