La dictadura de Daniel Ortega fracasó este miércoles en su intento de imponer a su candidato al frente del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), cuyo cargo de secretario general está vacante desde noviembre pasado.
El nicaragüense había postulado a finales de 2023 a Valdrack Ludwing Jaentschke Whitaker, una polémica figura dentro de su gabinete, para ocupar la silla y poder, así, alinear a la región con el bloque ruso-chino e impulsar su amistad con Vladimir Putin y Xi Jinping.
“Nicaragua considera que para alcanzar nuestras metas y objetivos requerimos de voluntad política y acciones urgentes. En esa dirección, hemos propuesto una terna con perspectiva integracionista para el nombramiento del Secretario General, asumiendo a la brevedad, la continuidad de este período 2022- 2026 que le corresponde a Nicaragua”, indicó entonces el canciller de Managua, Denis Moncada.
Sin embargo, múltiples organismos y exiliados políticos advirtieron de esta jugada por parte de la dictadura sandinista y pidieron a los miembros del Sistema que no acompañen la candidatura.
“Instamos a sus autoridades a detener la elección del reemplazo del Secretario General (del SICA) y, cuando así sea conveniente, elegir un candidato que, en lugar de pretender obediencia política a intereses particulares y extrarregionales, sea un técnico que posea las calificaciones que vayan en línea con los principios de libertad, democracia y derechos humanos”, señaló un grupo de opositores en una carta enviada a la ministra de Relaciones Exteriores de El Salvador, Alexandra Hill Tinoco, mientras que la Concentración Democrática Nicaragüense (CDN-Monteverde) apuntó que “otorgar el cargo a un representante del régimen de Nicaragua pondría en riesgo la seguridad de la región centroamericana, al involucrarla en un conflicto global”.
“Recordamos a sus excelencias las funestas consecuencias que en el pasado acarreó esta misma alineación en la anterior Guerra Fría, que trajo como consecuencia la muerte de miles de ciudadanos centroamericanos” en la década de 1980, advirtieron.
A raíz de estos pedidos, este miércoles la votación acabó frustrada para Managua, que sólo consiguió su propio voto y el de la hondureña Xiomara Castro para Whitaker, mientras que Costa Rica, Guatemala y República Dominicana apoyaron a otra candidata, y Panamá y El Salvador se abstuvieron.
Whitaker es un político con largo historial en el sandinismo, considerado un operador político de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Sus primeros pasos en el ambiente fueron en la década de 1980, tras lo que fue ganándose la confianza del matrimonio y escalando en sus cargos.
Cuando Ortega regresó al poder, en 2007, fue nombrado vicecanciller, puesto que mantuvo hasta 2021, aunque siempre desempeñando otras 15 funciones diplomáticas a la par. En 2022 pasó a ser Cónsul de Nicaragua en Costa Rica y ministro asesor de la Presidencia para políticas y asuntos internacionales.
Un conocido suyo aseguró que es una persona hábil, negociadora, conspiradora y “de cuidado”. “Los Ortega Murillo lo usan como una especie de navaja suiza, para resolver problemas claves, y siempre lo vas a ver en espacios que la dictadura busca apuntalar”, aseguró.
Por su parte, opositores de la CDN-Monteverde apuntaron que “el señor Jaentschke ha sido por años un vocero internacional que respalda y justifica las políticas represivas y la violación a los derechos humanos de los nicaragüenses por parte del régimen Ortega-Murillo” y, por tanto, “se aleja de los valores sobre los que fue fundado el SICA, y no se ajusta a los estándares establecidos en los documentos constitutivos del organismo regional que pretende representar”.