L-Gante está disfrutando del gran éxito de su flamante disco, Celda 4. El músico estuvo promocionándolo, también realizó un ambicioso evento de lanzamiento en el que contó con la presencia de diferentes estrellas. Sin embargo, este domingo le puso un freno al tour mediático y se tomó un recreo para festejar el Día del niño.
A través de redes sociales, Elián Valenzuela conmovió con una foto junto a su hija, Jamaica, conociendo juntos la Torre Eiffeil, ya que semanas atrás pasearon por diferentes ciudades europeas.
Además, el cantante de cumbia 420 decidió visitar a sus fanáticos más chicos. “Caí a la 31 a festejar con los pibitos”, escribió en redes sociales y publicó una foto junto a una multitud de niños que se acercaron al festejo.
Las letras de L-Gante relatan muchas problemáticas de los barrios más carenciados y rompen con diversos prejuicios. Recientemente, en una entrevista con Perros de la calle (Urbana Play), expresó que “salir del barrio”, le posibilitó conocer realidades diferentes, entender que no todo es como allí se expresa y también remarcó que considera fundamental estar conectado con sus raíces.
El exabrupto de L-Gante en una entrevista radial
Después de haber tenido una noche muy larga por la presentación de su disco, el referente de la cumbia 420 concedió a la mañana siguiente una entrevista Perros de la calle (Urbana Play) en la que se refirió a su nuevo lanzamiento. El cantante llegó con lentes, una gorra y una capucha, lo que hacía casi imposible verle la cara.
Luego de terminar la entrevista con Andy Kusnetzoff y el resto de los periodistas, pidió que la próxima entrevista sea en otro horario y admitió que no estaba en óptimas condiciones. “Todavía estoy borracho de ayer, imaginate”, reconoció.
Con la sorpresa de sus entrevistadores, confesó que no le avergonzaba admitirlo: “Lo digo, lo digo. Tengo las gafas, la capucha y la gorra porque mi cara estaba toda fea”, expresó fiel a su estilo sincero y desenfadado. “Nada fuera de lo normal”, aclaró al final y agregó la importancia de mantenerse humilde frente a la gran fama de la que disfruta actualmente.