El radicalismo de Córdoba está prendido fuego: la Junta Electoral rechazó las dos listas que desafían en la interna la candidatura de Marcos Ferrer, intendente de Río Tercero y socio de Rodrigo de Loredo, y lo consagraron presidente del Comité Provincia sin que se haya votado.
El centenario partido implosionó el sábado a la mañana. Hasta la madrugada se trabajó en un acuerdo entre las dos principales listas: la de Ferrer y la que impulsa a Ignacio Tagni, el joven dirigente que le arrebató al peronismo la intendencia de Villa Nueva después de 24 años. Ferrer iba a ser el presidente de la unidad. Pero a la mañana, aparentemente por la pretensión de Ramón Mestre de controlar el Congreso Provincial (órgano que define la política de alianzas de la UCR), la Junta Electoral que controla De Loredo a través de sus socios Mario Negri, Miguel Nicolás y Oscar Aguad tomó la polémica decisión.
La Junta Electoral también excluyó de la elección a la lista que era patrocinada por la vicegobernadora de Martín Llaryora, Myrian Prunotto, pata radical del Gobierno provincial.
El lunes la pelea radical se comenzará a disputarse en Tribunales Federales, donde, como es habitual desde que el partido está en el llano y sin líderes, habrá impugnaciones cruzadas. Será una carrera contrarreloj porque la interna tenía fecha original para el 8 de septiembre.
El proceso electoral del radicalismo expuso la falta de liderazgos nítidos en el partido. Para impulsar a Ferrer a la presidencia del Comité Provincia, De Loredo debió pactar con Mario Negri, Oscar Aguad, el cacique territorial Miguel Nicolás y los delegados de Alfredo Cornejo (Soledad Carrizo) y de Gustavo Valdés (Javier Bee Sellares).
A Ramón Mestre no le fue mejor. Armó una sociedad con el jefe del alfonsinismo en Córdoba, Carlos Becerra, cuyo último cargo público fue ser el jefe de la Side con Fernando De la Rúa; y con el ex diputado Fernando Montoya, quien juega en tándem con Mario Decara, defensor del Pueblo hasta julio último.
El fondo del conflicto es que De Loredo veta a Mestre. Lo demás es narrativa. De Loredo teme que Mestre lleve al radicalismo a presentarse sin alianza en 2025. De Loredo, que ahora está enfrentado con el esquema de Emiliano Yacobitti (que lo trató de «estafador»), no rechaza un acuerdo con La Libertad Avanza.
Éste no es el camino que esperaba transitar Marcos Ferrer para llegar a la cúspide del radicalismo cordobés. Veía su presidencia como el resultado natural: es el principal intendente que tiene hoy el partido en Córdoba; potenciado por la mentoría de De Loredo. Sin embargo, al frente se le paró otro intendente jóven, ganador y militante como lo es Ignacio Tagni.
Iba a ser un choque de dos narrativas potentes, de radicales exitosos en lo electoral, militantes de toda la vida, con poco margen para la descalificación porque ambos son parte del radicalismo que viene. Parece difícil que Ferrer pueda cumplir con una de sus promesas: «abuenar a los radicales». Hoy el partido está estallado.
Si la Justicia Electoral no cambia la decisión de la Junta Electoral, Ferrer asumirá junto a Brenda Austin, la legisladora con ascendencia en Franja Morada, y Juan Negri, el hijo de Mario, quien espera ser auditor general de la Nación, un trámite que viene demorado en Diputados.