Los primeros ahogados aparecieron hace tres o cuatro años. No eran turistas. Eran inmigrantes. Las paradisíacas playas de la isla de San Andrés, en el Caribe colombiano, se están convirtiendo en un trampolín para llegar a los Estados Unidos.
Es una ruta migratoria relativamente nueva. La bautizaron como “La Piscinita”, una de las playas más conocidas del archipiélago. La “gestionan” dos de las bandas más peligrosas de la región: el Clan del Golfo y el Tren de Aragua.
“No es algo que comenzó ahora. Ya tiene un tiempo, unos tres o cuatro años. Es una de las rutas más peligrosas porque tienen que atravesar el mar y en el viaje ocurren muchos naufragios”, dijo a TN la periodista Ronna Risquez, autora del libro El Tren de Aragua, el grupo criminal nacido en una prisión de Venezuela y que se extendió por casi toda la región.
El Comité Internacional de Familiares y Amigos de los Migrantes Desaparecidos estima que en los últimos años unos 20.000 migrantes utilizaron esta ruta marítima.
Una ruta migratoria que crece en forma paralela al paso del Darién
La mayoría de los migrantes sudamericanos y caribeños que sueñan con pisar La Florida atraviesan el peligroso Tapón del Darién, una tierra poco explorada que separa Colombia y Panamá.
Medio millón de personas cruzaron la selva el año pasado. Unas 120 mil eran menores. Miles murieron en una travesía jaqueada por secuestros, robos, violaciones, accidentes, enfermedades y hasta ataques de animales salvajes.
Ahora, el nuevo presidente panameño, José Raúl Mulino, prometió cerrar el paso fronterizo. Por lo pronto empezó a instalar barreras de alambre de púas para desalentar el cruce. Estados Unidos, el destino final de los migrantes, se comprometió a financiar las repatriaciones de quienes logren sortear los obstáculos.
La mayoría son venezolanos, pero también hay haitianos, cubanos y hasta africanos y asiáticos. Muchos, desalentados por los peligros de la selva, eligen otra ruta: “La Piscinita”.
Cómo es la ruta migratoria de San Andrés
Una investigación del diario El Tiempo de Bogotá reveló que agentes federales estadounidenses abrieron una megainvestigación sobre esta nueva ruta migratoria que parte de la isla colombiana de San Andrés, uno de los destinos turísticos más elegidos del país.
Según el reporte, miembros del Tren de Aragua, cuyos tentáculos se extienden desde Venezuela hasta Chile, trasladan a miles de migrantes desde las playas de ese archipiélago caribeño hasta las costas de La Florida a cambio de cuantiosas sumas de dinero.
El viaje no es fácil. Hay que atravesar el mar Caribe, sortear la vigilancia de la guardia costera colombiana y sobrevivir al peligro que representan las frágiles embarcaciones sobrecargadas por el afán de lucro.
La investigación estadounidense está en marcha. Los reportes están en manos de la Homeland Security Investigation y el Comité de Relaciones Exteriores del Congreso de los Estados Unidos. Según afirman, en esta ruta existe la “complicidad” del gobierno sandinista de Nicaragua.
Gustavo Azócar Alcalá, líder de la ONG Comité Internacional de Familiares y Amigos de los Migrantes Desaparecidos, dijo al diario colombiano que las bandas criminales buscan a sus clientes no solo en Venezuela, sino también en Perú, Ecuador y Colombia. Además, hay migrantes de China y Siria.
“Por lo general, los mueven vía terrestre hasta (la ciudad venezolana de) San Antonio del Táchira, fronteriza con Cúcuta. Allí, los montan en vuelos hacia Bogotá y de allí, a San Andrés”, contó.
Cuánto cuesta llegar a Estados Unidos desde La Piscinita
Las tarifas son jugosas. Los latinoamericanos pagan 1500 dólares por cabeza solo por llegar a Nicaragua. Los asiáticos hasta 5000. Los migrantes deben pagar el precio que significa eludir la peligrosa e insegura selva del Darién.
En San Andrés, los migrantes son alojados en “casas seguras” cerca de la costa. El viaje empieza en la madrugada en el sector conocido como “La Piscinita”, una de las playas más turísticas de la isla. Allí, abordan embarcaciones artesanales o pesqueras, construidas para llevar a entre 15 y 20 personas.
Pero el afán de ganar dinero lleva a los traficantes a llenarlas con hasta 40 migrantes, lo que aumenta el peligro de naufragios.
Desde La Piscinita, estas embarcaciones viajan hacia el cayo Alburquerque, también bajo soberanía de Colombia. Allí los migrantes son subidos a lanchas que los llevan primero a Bluefields y luego a Corn Island, en Nicaragua. A esa isla caribeña llegan un promedio de 100 migrantes por día, según el Comité Internacional de Familiares y Amigos de los Migrantes Desaparecidos.
Según la investigación, el Tren de Aragua tiene ahí contactos con una organización criminal local bautizada como “Los Miquitos”. Los migrantes quedan en manos de criminales.
A partir de ahí, comienza un nuevo periplo por tierra hasta los Estados Unidos. Ese es otro precio.
Pero el viaje por mar a Nicaragua es muy peligroso. Reportes que manejan las autoridades estadounidenses mencionan la reciente desaparición de 42 personas, entre ellas varios niños, en un naufragio muy cerca de la costa nicaragüense. En las playas de la zona se hallaron pasaportes, ropas y distintas pertenencias de los migrantes. El 9 de julio ocurrió otro naufragio de una embarcación con 18 personas a bordo.
En la paradisíaca isla de San Andrés está creciendo un lucrativo y peligroso negocio de trata.